La madre del emigrante

1970

Autor Ramón Muriedas.

Obra pública monumental, inaugurada el 18 de septiembre de 1970, encargada por el Instituto Nacional de Inmigración junto con el Gobierno asturiano y el Ayuntamiento de Gijón. (Bronce)

Se trata de una escultura de fuerte carácter simbólico, que causó cierto desconcierto entre los habitantes de Gijón en la década de los setenta,  por lo avanzado de su lenguaje formal. Poco a poco, y después un complicado periplo, esta obra, apodada por los lugareños «La Lloca del Rinconín», se ha convertido en un auténtico icono de la ciudad, siendo una de las esculturas más apreciadas por los gijonenses.

Es una pieza enormemente expresiva que muestra el dramático momento en que una madre ve partir a su hijo rumbo a un futuro incierto al otro lado del Atlántico. Su rostro desencajado refleja el dramatismo de ese instante. Con la mirada perdida en el infinito, su cuerpo se inclina hacia adelante en un gesto desesperado y alarga su mano en dirección al mar, como queriendo alcanzar el barco que se aleja en el horizonte.